Con la emergencia de las nuevas infraestructuras viarias y de la incorporación del soporte ciclista en las infraestructuras existentes, estamos creando una nueva red de interconexión que se compone de elementos distintos y requiere clarificación. Existen al menos las siguientes categorías de vías.
- Vías/Carriles urbanos: Se trata de carriles que instalamos en nuestro viario, que sirven a la movilidad urbana, y por tanto que atienden a cruces entre modos de transporte, (peatón, coche privado, autobuses, tranvías…). En ellos ha de primar la conectividad, la intermodalidad, la seguridad, y la facilidad de maniobras. Cuentan con soluciones para rotondas, cambios de sentido, separación de tráficos… Es lo mas controvertido porque a menudo se ven como una intromisión de la bicicleta y como una agresión sobre los aparcamientos. Suele pasar por una vida inicial de poco éxito mientras se consolida la red y llega a todos los puntos de destino relevantes. (playas, centros de enseñanza, centros administrativos, intercambiadores de tráfico…) A menudo presenta soluciones con distinto nivel de calidad, por lo que se percibe como una red hecha a trozos.
- Vías/Carriles interurbanos: Se trata de carriles de movilidad de media distancia que conectan núcleos de población en los que la circulación se realiza al servicio de una movilidad distinta, y atraviesa las zonas de borde de la ciudad, son poco atractivas, están poco equipadas, y conviven con otros modos de transporte mas agresivos. Esta es la red que necesitamos para salir de la ciudad, y a menudo su desconocimiento o la percepción por el usuario lo convierte en una barrera para su uso. No es conocida, no se es consciente de adonde nos lleva, no es atractiva o incluso es más insegura.
- Vías y Carriles de ocio y disfrute. Se trata de carriles que facilitan recorridos temáticos, con una unidad en si mismos. Nos ponen en contacto con el patrimonio, con el medio natural, nos facilitan abordar retos deportivos etc. Es muy normal que nos encontremos con carriles que aprovechan y ponen en valor elementos preexistentes, que atienden a otro tipo de movilidad compartida, y que son una fuente potencial de actividad económica para el medio rural. Son carriles de mayor longitud, para usuarios mas mas entrenados, con los que en ocasiones el usuario reciente de la bici no entra en contacto por desconocimiento o alcance. En ocasiones suscitan discusiones entre usuarios locales y usuarios visitantes, pero muy a menuda también sirven para reivindicar lo público frente a lo privado. Dentro de esta categoría se incluyen dos grandes capítulos, en los que España ha sido y es un referente. Los Caminos Naturales y las Vías Verdes.
1º Los Caminos naturales agrupan una extensísima red de caminos públicos que articulan el territorio, que forman parte de nuestra historia y que son elementos básicos de nuestra estructura territorial. Incluyen:
- Caminos de trashumancia que unen las distintas áreas de pasto de invierno y verano
- Caminos pecuarios y forestales que dan servicio al parcelario y atienden necesidades agrícolas, forestales y ganaderas.
- Caminos de sirga de canales
- Caminos y senderos de montaña de uso deportivo y turístico, como los senderos de Gran Recorrido GR
Estos caminos son administrados mayoritariamente por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural, a través de consorcios con entidades locales, y se orientan a la puesta en valor de nuestro medio natural, patrimonio histórico y paisajístico. Asimismo contribuyen a mantener el carácter público de las vías, cuyo uso decae en ausencia de cuidado y mantenimiento. Bajo la marca registrada Caminos Naturales se ha creado una red de caminos ciclables y senderistas que conforman una unidad, con señalización homogénea, clasificación normalizada y articulación en recorridos promocionados localmente. Senda del Oso, Camino del Cid… etc pueden estar amparados por la marca Caminos Naturales si ha intervenido el Ministerio (y lo ha financiado).
2º Un caso algo mas específico lo compone la red de Vías Verdes, que merece una descripción algo mas detallada. Se trata de una red de caminos propiedad de Adif, que provienen de la red ferroviaria en tramos abandonados por ésta. Sobre dichos trazados se construye una red de caminos ciclables con unas características específicas. Por un lado, al seguir trazados ferroviarios presenta una geometría, amplitud y pendientes que permiten encajar unas vías ciclistas de alta calidad. Por otro lado, aprovechan el enorme patrimonio construido que el ferrocarril nos ha legado, con puentes de muy diversa envergadura, túneles, terraplenes y desmontes, y estaciones que pasan a constituirse en complementos esenciales del recorrido ciclista. Es pues tanto un aprovechamiento como una puesta en valor del patrimonio lo que se logra especialmente en estos casos. Desde el homenaje al ferrocarril, a la minería, el disfrute de los entornos naturales, los paisajes y las tradiciones se consigue crear un producto de referencia. Pero además la marca registrada Vías Verdes se ha constituido en un referente de calidad, con geometrías amables, accesibilidad, servicios complementarios, señalización uniforme, que recibe un reconocimiento claro por los usuarios. Es sin duda la marca líder del sector.
Finalmente nos encontramos que el contacto del usuario con estas vía se hace a través de sus entidades gestoras como Carriles Bici de Navarra, Ruta del Cid, Camino de las Merindades, Vía verde del Aceite. Cada una de estas entidades promociona mantiene y explota una vía, que puede ser parte Vía Verde, parte Camino Natural y parte Vías Municipales no adscritas. Estas entidades, proporcionan guías para los usuarios, con sugerencias de etapas y de servicios necesarios para el viajero. Y en ocasiones el usuario no acaba de percibir que esta disfrutando de un servicio recreativo proporcionado por una entidad gestora soportado por una red de infraestructura que tiene ramificaciones fuera del contexto local y por un tejido económico local.