Efectos externos del Ciclismo sobre la Salud

En los últimos tiempos, hemos asistido a muchos ejemplos en los que los cambios de gobierno en las administraciones han revertido acciones en pro de la movilidad ciclista. Muchos carriles bici urbanos han sido acusados de sacrificar el tráfico automovilístico y el aparcamiento en aras a perseguir una ilusión romántica minoritaria. Hemos aceptado implícitamente una disyuntiva ideológica. La movilidad ciclista es una política de izquierdas y la movilidad automovilística una política de derechas. Por tanto no cabe esperar que un Ayuntamiento gobernado desde la derecha apoye el ciclismo porque esto equivaldría a dar la razón a la izquierda.

Estas falacias derivan de la obsesión por no enfrentar al ciudadano con las consecuencias de sus actos, junto con la asunción de que todo cambio implica atacar una legitimidad previa conseguida por la mera existencia. Si nuestras ciudades están plagadas de coches, asumimos que esa opción es la legítima, y que su sustitución por otros modos de transporte implica un ataque a la sociedad existente.

Ese debate demuestra la importancia de hacer patentes los beneficios de la movilidad ciclista para facilitar argumentos solventes en los debates. Nos centraremos para ello en las evidencias publicadas sobre la influencia de la movilidad ciclista en un campo evidente pero difícil de cuantificar, la salud.

Comenzaremos citando algunos artículos que recogimos hace tiempo:

1ºPublicado en el diario Le Monde link en enero del 2024 se presenta el impacto social que representa la generalización del uso de las bicicletas eléctricas entre los jubilados. Estés “nuevos ciclistas” a una edad de entre 70 y 80 años recorren rutas turísticas en Francia varias veces por semana con recorridos en el entorno de los 60 km. Como resultado, una vida social ajetreada, un sector servicios emergente y una calidad de vida en franca mejora.

La farlède, jeudi 23 novembre 2023. Club de cyclo tourisme de la Farlède. Le monde 2024

2º Publicado en el mismo periódico en febrero de 2024 link se hace referencia a una aproximación emergente. Las evidencias epidemiológicas empiezan a decirnos algo, algo muy bueno. La rentabilidad de la movilidad ciclista en términos de ahorros de costes sanitarios y beneficios para la calidad de vida se puede cuantificar y el resultado es esperanzador. Se hace referencia al impacto de los viajes de longitud inferior a 5 km en medio de transporte activo (bici o peatonal) . Estos modos de transporte siendo el 3% del total de los viajes cortos en Francia muestran capacidad de evitar 10,000 muertes prematuras al año y 35,000 millones de Euros de ahorro para mediados de siglo, simplemente reduciendo el sedentarismo. link.

3º Las naciones unidas, en su informe “Walking and cycling: latest evidence to support policy-making and practice” elaborado por su Agencia Mundial de la Salud elabora un detallado y documentado análisis y concluyen:

  • Existe un rico conjunto de evidencias que respaldan la afirmación de que caminar y andar en bicicleta son beneficiosos para el transporte urbano y mucho más. Los beneficios para la salud derivados de los viajes activos son sustanciales y cada vez se reconoce más su potencial para ayudar a avanzar hacia una movilidad libre de carbono.
  • La investigación y la práctica han acumulado una rica cartera de medidas para promover caminar y
    ciclismo, incluidas opciones viables para cualquier ciudad del mundo. Aumentar la seguridad de peatones y ciclistas debe ser un objetivo clave para la gran mayoría de las ciudades, pero las medidas necesarias van acompañadas de mejoras en el confort y la conveniencia para los viajeros activos.
  • Por lo tanto, el aumento de los niveles de peatones y ciclistas y el aumento de la seguridad vial son a menudo lo mismo. Lo fundamental para tales esfuerzos es proporcionar redes coherentes de calidad constante. La infraestructura físicamente separada es tan importante como calmar el tráfico, al igual que la consideración de las necesidades de los viajeros más vulnerables, como los niños y los ancianos.
  • Para brindar apoyo suficiente a tales esfuerzos, la práctica de planificación actual debe realinear la priorización de los modos de viaje en relación con los fondos y el espacio disponibles y reconocer los viajes activos como una cuestión intersectorial de relevancia para un amplio conjunto de objetivos políticos, a saber, aquellos que incluyen la salud y la sostenibilidad.
  • Tales realineamientos estructurales deberían manifestarse en todos los niveles administrativos, desde las evaluaciones de pequeños proyectos hasta las estrategias departamentales de alto nivel, y debería reflejarse sistemáticamente en la toma de decisiones.
  • Los compromisos políticos, como los asumidos a través de la Declaración de Viena y el Plan Maestro Pan-Europeo para la Promoción del Ciclismo pueden ser poderosos catalizadores del cambio, ayudando a los países a reconocer que caminar y andar en bicicleta son modos de transporte importantes para lograr una mayor resiliencia urbana y calidad de vida urbana.
  • Con el regreso a una nueva normalidad a la vista, después de la pandemia, este es el momento adecuado para realinear las prioridades del transporte urbano con objetivos más amplios de salud pública y sostenibilidad.

La situación actual es clara, la orientación de la planificación del transporte urbano no deja lugar a dudas. Toda Europa sigue la misma tendencia hasta que… llegamos a mi pueblo, y ahí nos encontramos con reticencias y localismos que pretenden ignorar que las condiciones actuales se mantienen a costa de nuestra salud. Y de nuestros cuantiosos recursos destinados a luchar contra las consecuencias negativas de nuestros actos. ¿ Es que acaso necesitamos dejar de subsidiar al damnificado para que éste reaccione y reclame protección?

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