El caso de Montañas Vacías

Hemos estado estudiando el itinerario de Bikepacking de Montañas Vacías. Estaréis todos pensando ¿que es eso del “bikepacking”?. Hemos estado investigando en las redes y creemos haberlo descubierto, debe de ser eso del excursionismo en bicicleta con mochila a cuestas, en este caso por la “Laponia Española”, en un espacio entre Teruel, Soria, Cuenca y Guadalajara.

Bueno en serio, hemos estado investigando ese itinerario y nos ha llamado mucho la atención , y como siempre hemos aprendido mucho. Nos ha recordado mucho al proyecto de la Vía Transilvánica del que ya os hemos hablado. Link

Lo primero que nos llamó la atención ha sido el sitio web. Está muy bien diseñado y es muy atractivo. Os dejamos aquí el link. Las fotos son muy descriptivas y cuenta con unos esquemas a modo de mapas muy sugestivos.

El primer objetivo del proyecto es pues dar a conocer unas comarcas que pese a su gran interés histórico, medioambiental y paisajístico tienen una población muy escasa y decreciente, de ahí lo de “Vaciadas”, aunque con una orografía algo abrupta, de ahí lo de “Montañas”. Oyes los nombres y te sorprendes, y recuerdas en su caso la vieja geografía, aquello de que “el Ebro nace en Fontibre, provincia de Santander…” o el “Tajo nace en la sierra de Albarracín en el Sistema ibérico…”. Y cuando descubres que el pedazo de Rio que es el Tajo nace aquí, cerca de Peralejos de las Truchas, te sientes muy cercano a esta zona.

La segunda cosa que nos ha llamado la atención es la dimensión del recorrido, 680 km en terreno vacío. Frente a la dimensión de los proyectos que estamos viendo, encontrar recorridos de esta dimensión es una muestra de ambición que nos encanta. Si vemos las referencias de los medios mundiales que se han hecho eco del proyecto experimentamos una sensación de que estamos ante una operación a lo grande.

Asimismo, leyendo los textos de la web nos ha gustado el interés didáctico, no solo se trata de invitar a los viajeros a visitar el sitio, sino de invitarles a respetar el sitio, a protegerlo y a convivir con sus habitantes. Una vez mas se propone la bicicleta no solo como instrumento para recorrer el territorio (¡¡¡ole, Ingebike!!!), sino de aprender a convivir con las personas que nos reciben y prestar más atención al mundo que visitamos que a aquel del que venimos.

Continuando con la lectura descubrimos con sorpresa que se trata de un proyecto autóctono y espontáneo, nacido del interés de una persona, Ernesto Pastor, que como dice en una entrevista, en vez de seguir esperando a que alguien venga a salvarles, ha decidido tomar parte activa en el destino de su tierra. Y ha logrado darle una proyección internacional. ¡¡¡Punto para el proyecto!!!

El personaje merece análisis aparte, os dejo aquí una entrevista que no tiene desperdicio.

Educación, economía, cultura, respeto por el medio ambiente, responsabilidad, desarrollo endógeno, modestia, frugalidad, sostenibilidad…. y siempre aprendizaje. No hay corte de la entrevista que no nos haya emocionado.

Una vez revisado el proyecto, y conocidas sus características se nos ocurre compararlo con los itinerarios tradicionales de las vías verdes, se trata de una propuesta con un modelo distinto, y se aprende mucho de la comparación.

No se trata de reciclar una vía ferroviaria, sino de encajar un recorrido en una red de caminos de muy poco uso, que unen a su belleza su abandono. Por tanto tampoco es un itinerario vectorial que transcurre de un punto de inicio hasta un destino, se trata más bien de una red de caminos a recorrer vagando por ellos según el nivel del ciclista, el tiempo disponible, y por supuesto de las ganas.

No se garantiza ni uniformidad de trazado y pendientes ni homogeneidad de pavimentación. Se viaja a la aventura por caminos de escaso mantenimiento, debido seguramente a que se trata de zonas con densidades que llegan a estar por debajo de 1 hab/km2. No hay normativa técnica que defina trazados pavimentos y pendientes, equipamiento o señalización.

No se trata de un itinerario diseñado para acoger turistas, atenderlos y acompañarlos…, y venderles servicios. Se trata de recorridos “a lo salvaje”, con lo que ello conlleva de falta de servicios, de nula inversión, y limitada capacidad de facturación. La propuesta es esencialmente diferente de lo que es una vía verde convencional, no aspira a aumentar su escala sino a mantenerse en un rango que no comprometa su sostenibilidad por la masificación. No ofrece ni rigor, ni atenciones ni soluciones, solo preguntas aventuras y realidad. Y un poco de antropología. No aspira a conseguir un gran éxito, sino a sobrevivir sin estridencias. Ah, y por supuesto solo es operativa unos 5 meses al año.

En estas condiciones la propuesta se entiende mejor, con poco tráfico endógeno, y tráfico externo moderado y estacional es difícil que las inversiones estén justificadas. Y claro, un tráfico expansivo implicaría esfuerzos inversores externos, lo cual no es el objetivo del proyecto.

Claramente hay más de un perfil de usuario turista, hay más de un producto, y todos ellos se realimentan mutuamente. Creemos que este proyecto ha plantado una magnífica semilla, no sabemos hacia donde evolucionará pero nos ha parecido maravilloso que, de forma espontánea, surjan propuestas tan atrevidas como ésta. No es la que nosotros hemos identificado hasta ahora como actividad cicloturística o recreativa, pero en España, hay sitio para tantas cosas….

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