Hemos estado estudiando las experiencias parecidas a Ingebike en otros países, y hemos encontrado un par de ejemplos en Francia que nos han gustado.
Por un lado, en la escuela Boris Vian de Coudekerque, un pueblo de la región Norte- Paso de Calais, se enfrentaron a los problemas de los viajes tras la pandemia con una solución retadora. ¿Por qué ir sistemáticamente a los mismos sitios en visitas de una semana a España o a Italia?. Es cierto, que los viajes son experiencias enriquecedoras, pero ¿ No sería posible y productivo viajar en bicicleta? y ¿Necesitamos realmente alejarnos de nuestro entorno? La conclusión a la que llegaron os la vais imaginando, un viaje de 150 km en 5 días en un entorno próximo a su residencia, descubriendo su territorio. Camaradería, convivencia, aprendizaje, deporte, conocimiento de su medio tan cercano en bicicleta y tan lejano en automóvil.

La experiencia parece que les resultó muy enriquecedora, tanto la preparación del viaje, con participación de las familias, que incluso colaboraron en alguna etapa, como las actividades ambientales en el camino. El contacto con otros colegios, la preparación y estudio previo de los puntos de interés en el itinerario, la búsqueda de soluciones a las necesidades logísticas, el aprendizaje de las posibilidades de la bici, ¡¡¡uff que de cosas!!!. Una auténtica inversión de futuro. Y por supuesto todas las actividades recaudatorias habituales en estos viajes, fiestas, desayunos, rifas…. Un trabajo interesante en definitiva que dejó huella en los alumnos hasta tal punto que se ha convertido en su estándar de viaje de curso.
Un segundo ejemplo lo tenemos en el colegio Irène Joliot-Curie en Bron (Ródano). El esquema es relativamente semejante, los alumnos de involucran en el proyecto previo compromiso escrito, asisten semanalmente a un seminario sobre seguridad, mantenimiento de la bicicleta, reparación, preparación del viaje…. Realizan además una serie de salidas de entrenamiento que suavemente van cambiando las actitudes y los valores, elevando la autoestima y .
Empresas y fundaciones de su entorno colaboran en las actividades y en su financiación. Solo el 25% por ciento de los alumnos tienen bicicleta normalmente, y hay que resolver todos los problemas, alquilar bicis y tiendas de campaña cuesta dinero. Hay que conseguirlo… pero lo mas llamativo los alumnos de secundaria imparten seminarios en los colegios infantiles cercanos, transmitiendo su conocimiento y ayudando a preparar a la siguiente generación que les seguirá.

Y como resultado un viaje de 200 km en bicicleta, con compañeros, conviviendo con profesores y aprendiendo a lo largo de 5 jornadas en un medio que no es un aula, donde la bici y el territorio son el campo de estudio y donde desde luego el latín, la química y las ecuaciones no nos agobian.
Uno de los resultados más llamativos de los estudios sobre el uso de la bicicleta es la evidencia de que la semilla se planta en las escuelas, si los estudiantes de secundaria ven la bicicleta como un medio de transporte, deporte y entretenimiento, las estadísticas de uso de esa generación lo reflejarán. Si perdimos ese tren en la escuela será mas difícil obtener resultados. Y además ¿por qué no decirlo?, es una buena manera de hacer pellas.
Desde Ingebike nos hemos sentido muy cercanos al modelo, no somos los únicos que vemos educación, territorio y bicicleta como componentes de una fuente conjunta de enriquecimiento.