Los Carriles bici ¿promueven el uso de la bici?

Hemos tenido acceso a un artículo de la revista Nature en el que se trata de dar respuesta a unas preguntas muy interesantes. os dejamos el link aquí.

La primera pregunta parece obvia, ¿Contribuye la construcción de carriles bici a la movilidad ciclista?. La pregunta parece una tontería ciertamente, pero es importante entender que necesitamos evidencias para responder con seguridad.

Veamos la siguiente situación, una persona, sea político o administrador público, que está a cargo de la construcción de infraestructuras ciclistas, cabe esperar que sea un interesado en la bicicleta. Supongamos que es uno de nosotros, pues bien, no cabe duda de que tratará, en ese caso, de atender a nuestras necesidades, y nos proveerá de carriles allí donde sea necesario, es decir donde la presencia de ciclistas lo justifique. Pero entonces, los carriles no serían realmente la variable inductora del tráfico ciclista, éste sería previo. Preguntarse si fue primero el huevo o la gallina es importante para entender cual es la “causa motriz” del tráfico ciclista, y esto es muy importante para diseñar nuestros planes de movilidad ciclista.

La siguiente pregunta es también muy interesante, si pudiéramos demostrar que la oferta de carriles bici atrae ciclistas y es por tanto una medida efectiva para la movilidad sostenible, ¿habrá diferencias según la calidad de la vía?, ¿podemos recomendar secciones tipo, pavimentos, equipamientos y trazados que sean mejores como generadores de movilidad sostenible?. De nuevo la respuesta es muy importante.

Y finalmente, ¿Cómo influye la longitud de carriles construidos?, el resultado ¿es sensible a la intensidad de la actuación?, de nuevo parece obvio que sea así, pero mejor lo medimos, ¿no os parece?.

El estudio parte de una correlación obvia que ha sido ampliamente observada entre carriles bici y movilidad ciclista, sin embargo, para profundizar en el análisis y poder observar el fenómeno, distribuye las evidencias en 4 tipos de vías ciclistas:

  • Carriles bici protegidos con barreras físicas (PBL), los percibidos como de más calidad.
  • Carriles bici protegidos solo por espacio de separación (BBL), percibidos como de calidad alta.
  • Carriles bici estándar (SBL), percibidos como de calidad media
  • Carriles marcados sin separación (SHR), los percibidos como de menor calidad

El estudio se ha realizado en 14,001 núcleos de 28 municipios en USA durante 6 años, por lo tanto se ha realizado en zonas con una estructura espacial y una sociedad muy características, lo que ha de tenerse en cuenta en la interpretación de los resultados. Para contextualizarlo, se ha tenido en cuenta información socioeconómica y constructiva de cada zona.

La primera conclusión que se extrajo es que el desarrollo de carriles bici sí empuja a los usuarios a utilizarlos, el crecimiento del tráfico se genera tras la construcción. El tráfico preexistente predice que el carril va a tener éxito, pero el éxito se ve en que atrae nuevos ciclistas. En concreto, se observa que el crecimiento en el tráfico que es una tendencia general en estos tiempos se multiplica por 2.3 allí donde colocamos carriles bici estándar. ¡Primera pregunta respondida!, como decía un famoso libro de economía, ¡son los carriles, estúpidos, son los carriles!.

La segunda pregunta es también muy interesante, la instalación de carriles bici percibidos como más seguros y de más calidad, dotados con protección física, provocó aumentos de tráfico ciclista casi del doble (1.9 veces mayor) que los generados en carriles dotados solo con separación, y 1,6 veces mayor que en el caso de los carriles estándar y 1.8 veces que los simplemente pintados sin separación, y claro 4.3 veces mayor que allí donde no se colocan carriles.

Sin embargo una duda que puede surgir es que quizás lo que estemos observando son crecimientos cíclicos del tráfico, donde el mayor número de ciclistas represente una cuota menor de la movilidad, por estar creciendo más el tráfico de automóviles, tranvías o autobuses. Pues bien en un segundo análisis la situación vuelve a resultar muy interesante.

Por un lado la cuota previa de uso de la bici en las zonas donde se instalaron carriles con espacio de separación y carriles estándar fueron las mismas, mostrando quizá indiferencia a priori por parte de los gestores entre ambas soluciones. La misma situación se observa curiosamente entre zonas donde se instalaron carriles protegidos físicamente y carriles pintados en el pavimento. Sin embargo, la cuota inicial de las zonas donde posteriormente se instalan estas tipologías es el doble que la del anterior. Finalmente, las zonas donde no se instala nueva infraestructura presentan una cuota ciclista previa mucho mas baja (la mitad y cuarta parte respectivamente). Hay coherencia por tanto entre las zonas en que se invierte o no y el tráfico preexistente, pero no hay consistencia entre éste y las soluciones adoptadas, respondiendo posiblemente a sesgos sociales y de visión técnica de los decisores públicos.

Ahora bien, lo que se observa es que, cuando se adoptan soluciones consideradas seguras, es decir, las que ofrecen protección física o separación, el resultado es una expansión de la cuota un 40 % mayor que cuando se adoptan soluciones consideradas de baja calidad. Y en todo caso, la expansión de la cuota ciclista es entre un 60% y un 220% mayor en las zonas en que se invierte respecto de las que no reciben inversiones. Así pues, segunda pregunta respondida, el impacto es claro, la cuota de movilidad ciclista sube más allí donde se actúa, y sube especialmente cuanto mejor es el carril construido.

La tercera pregunta que nos hemos planteado nos lleva a centrarnos en averiguar las consecuencias de un aumento en la intensidad de las dotaciones realizadas, medida por la longitud de los carriles instalados. Aquí de nuevo aprendemos mucho a través de la estadística, por cada milla adicional de carril de calidad, con protección o separación física, se atraen entre 14 y 12 nuevos ciclistas diarios en el núcleo afectado. Sin embargo, si se instalan carriles de baja calidad, pintados sin separación la cifra de nuevos ciclistas es la mitad.

Conclusión, la construcción de carriles es una medida efectiva para promover la movilidad sostenible, y la provisión de carriles segregados y seguros puede doblar el impacto de los mismos. Es lo que esperábamos que ocurriera, lo reconocemos, pero ¡nos encanta que se haya demostrado!.

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