Tras varios años de retrasos se entrega la vía verde de las merindades. Se trata de una vía de 60.7 km que transcurre entre Castellanos de Bureba y Ciudad Dosante, sobre la plataforma del Santander-Mediterráneo. La obra se ha retrasado y ha requerido varios concursos reiterados porque ha habido que adaptar al tráfico ciclista los puentes ferroviarios, 16 en total. Los problemas de contratación, variabilidad de precios y concursos fallidos han alargado el proceso. Se recorren la orillas de varios ríos (Ebro, Oca, Nela y Trueba), a través de desfiladeros con paisajes espectaculares dignos de visitar.
Se ha puesto en uso una obra pública que se construyó con gran esfuerzo pero que no llegó a prestar el servicio previsto. Por tanto cabe felicitarse porque el mundo ciclista ha heredado ese activo para poner en valor. El trabajo de adaptación ha permitido restaurar un patrimonio durmiente que requería una profunda renovación. Los municipios de la zona lo viven como un acicate al turismo y la calidad de vida de la zona. La cadena de creación de valor visible al fin.