Hace un tiempo os hablamos del proyecto Cycling with Clean Air (link). Si recordais, se trataba de que los ciclistas se equipaban con un aparato medidor de la contaminación del aire y en sus recorridos transmitían en tiempo real las medidas a un centro recopilador, que filtraba y totalizaba los resultados.
Pues bien, el proyecto ha venido funcionando en 18 ciudades durante 3 años y acaba de presentar sus resultados. 14 millones de mediciones de presencia de partículas en el aire empiezan a ser un cuerpo de información solvente. Contar con datos georreferenciados supone además una aportación clave para la gestión. Los datos son, por supuesto, complementarios de las medidas tomadas por elementos fijos, pero en todo caso son sumamente descriptivos de la situación.
En el informe de resultados (link) se comentan unas cifras espeluznantes sobre las partículas de pequeño tamaño objeto de la medición. ” En cifras generales, se le atribuye al material particulado un mínimo de 2.600 muertes al año , 1586.2 partos prematuros al año y 610 casos al año de bajo peso al nacimiento . Se considera que el riesgo de sufrir, en territorio español, un parto prematuro y bajo peso de nacimiento aumenta un 7,6% y 10,26%, respectivamente, por cada incremento de 10 μg/m3 de las PM. En cuanto al deterioro cognitivo y las enfermedades como el Alzheimer en la ciudad de Madrid, un aumento de 20 μg/m3 en la concentración diaria de PM provoca un aumento del 27,5% en las hospitalizaciones por síntomas de Alzheimer “.
Tenemos por tanto que el ciclismo ha aportado dos cosas muy importantes al debate de la movilidad, por un lado ha contribuido a poner sobre la mesa las evidencias existentes y que solemos obviar. Y por otro ha reducido las emisiones respecto de las que podrían haber sido en ausencia de movilidad ciclista. Pero mas aún, los ciclistas están entre los mas expuestos a las emisiones. Nos encantaría que leyeran esto los “haters” que atacan en redes sociales a la movilidad ciclista como moda “naïf” de cuatro modernos.
Pero lo mas importante es que el limite de la normativa EU y de la OMS para este contaminante está peligrosamente cercano.
La mitad de las mediciones superaban las recomendaciones de la OMS. Y la cuarta parte superaba las de la Directiva Europea. Además, durante los horarios de entrada y salida de los centros escolares, la exposición duplica sus valores respecto de los valores seguros. Por otro lado, podéis ver como el mapa de contaminación obtenido permite identificar quién se está viendo expuesto.
Siempre hemos mantenido una posición conciliadora en el uso de espacios para la circulación en bici, pero consideramos que no es honesto discutir sobre el tema sin tener estos datos sobre la mesa.
