Los que estáis metidos en el mundo del cicloturismo habréis notado un hecho sorprendente, el Santander Mediterráneo está de moda, su nombre siempre está sobre la mesa. Por un lado, en todas las reuniones y congresos, y en muchas publicaciones se está poniendo el foco en este itinerario como una vía ciclista. No nos extraña, porque se trata de una conexión ambiciosa que creemos que tendría mucha pegada. Se nos ocurren varios motivos, como la articulación de una vía por la «España Interior», el indudable efecto red que se genera con el resto de itinerarios próximos, su dimensión transregional, su capacidad de articular una vía temática, cosa que consideramos clave en todo itinerario de larga distancia. En fin que os voy a contar, es una pasada. Sin embargo, todas las propuestas acaban enfrentándose a la disyuntiva sobre el papel que ha de jugar el Túnel de la Engaña en este proyecto.
Abrimos esta pregunta porque en una reciente noticia, hemos sabido que se ha abierto una nueva licitación en la serie de acciones a desarrollar en la boca norte del Túnel por parte del Gobierno Regional de Cantabria, y ello nos está haciendo pensar.
En la búsqueda de abrir al turismo las comarcas rurales no costeras de Cantabria, se ha lanzado un conjunto de propuestas. Se propone construir un teleférico que permita a acceder a la cota 1070, asimismo, se propone rehabilitar el conjunto de la Estación de Yera con idea de que convierta en albergue de visitantes, centro de interpretación y de alquiler de bicicletas. Con ese motivo se va a rehabilitar y abrir al tráfico ciclista y carretero el tramo entre Yera y el Túnel Principal (atravesando los tres túneles anteriores).

Esta intervención, pensada como un polo de atracción turística se articula en torno al teleférico, que se licitará a la participación del capital privado en un futuro próximo. Como podemos ver, ni el Túnel ni el tramo de Vía Verde son elementos nucleares del proyecto, pero ciertamente el foco de atención sí que se dirigirá hacia ellos.

- Aunque se presente como una actuación aislada, surge de forma natural el interés de mejorar la conexión carretera con Entrambasmestas para atender el acceso de los visitantes.
- La Prolongación de la Vía Verde del Pas al menos hasta Entrambasmestas resulta de más interés ahora por sus posibilidades de alcanzar la Vega de Pas y eventualmente llegar hasta la Estación de Yera. El contar con un punto de llegada singular dota de atractivo adicional a estas actuaciones.
- La participación privada en el proyecto del teleférico es sin duda la fuente de atención estrella. Para justificar una inversión cercana a los 20 millones de euros se hace necesario garantizar una afluencia suficiente de usuarios, lo que demandará campañas de promoción, identificación de nichos de clientes, propuestas turísticas que ayudarán a todo el entorno.
- La incorporación de infraestructuras turísticas como son el centro de recepción, el punto de alquiler de bicicletas y el centro de alojamiento supondrán un soporte natural al corredor y sin duda el desarrollo dependerá de su demanda.
- La apertura de rutas de montañismo y eventualmente rutas de ciclismo de montaña afectará al interés del ciclismo en general en la zona mejorando el posicionamiento de la comarca en el mundo del cicloturismo.
En ese sentido, creemos que esta actuación supondrá un acicate al desarrollo de una conexión ciclable con la Meseta para la cual la Vía del Santander Mediterráneo es sin duda la única candidata viable. La alternativa del uso del túnel ha sido sin embargo sistemáticamente aparcada durante años a raíz del desprendimiento cercano a la boca sur, pero el paso del tiempo ha demostrado que incluso sin mantenimiento alguno no se ha avanzado hacia el colapso.
El coste aunque incierto es sin duda elevado, sin embargo nos hacemos una pregunta, ¿estamos más cerca de abordar la rehabilitación del túnel?. Creemos que sí, por las siguientes razones:

- El coste de la rehabilitación es elevado, y planteado como actuación aislada podría ser discutido, pero su incorporación como un elemento atractor de visitantes, ampliando el espacio de potenciales clientes hacia las Merindades, Villarcayo, Espinosa de los Monteros, etc puede resultar relevante para afianzar el proyecto global.
- El coste de mantenimiento y explotación del túnel puede beneficiarse de los medios que se habilitarán para mantener el tramo rehabilitado que contiene a su vez otros tres túneles, no lo olvidemos.
- La barrera psicológica que se plantea por la longitud del Túnel creemos que empieza a diluirse. Hay ejemplos de rehabilitaciones equivalentes en Europa que han resuelto el problema con tramificación, iluminación, colorido, puntos de descanso, puntos de exposición etc. La próxima apertura del Túnel de Obregón, próximo a Cabárceno nos demuestra que las dimensiones del túnel permiten muchas posibilidades de actuación. Por otro lado, aunque no es este el lugar de definir el coste, la experiencia nos indica que, en los kilómetros no comprometidos por el derrumbe, los costes y requisitos podrían no ser tan astronómicos como podría parecer.
- La posibilidad de monitorizar el túnel, en cuanto a su uso (recuento de usuarios, control de incidencias, etc . . . ), y su estado, se ha abaratado mucho con los avances tecnológicos. Pero lo será más aún porque será fácilmente integrable en la gestión del complejo turístico en desarrollo.
- Se ha barajado muchas veces la posibilidad de incorporar una especie de tren turístico con motor eléctrico que permita cruzar a los visitantes que no deseen circular en bicicleta, enriqueciendo la experiencia con paradas, video explicativo, etc, que integren la experiencia con las actividades del proyecto turístico general, incluyendo eventuales actuaciones hermanas en la boca sur.
- La actividad cicloturista tiene siempre una componente de reto, ello abre la posibilidad de integrar la experiencia de cruce del túnel con sistemas de gamificación, pasaporte, con sellos y certificados de desempeño, invitación a consumiciones a los que demuestren el paso, descuentos en teleférico, venta de distintivos y merchandising etc, o incluso ¿por qué no? el cobro de un peaje,. Todo ello podría ayudar a convertir la barrera en una nueva oportunidad para la infraestructura. Pero de nuevo, este tipo de medidas serían solamente viables si las integramos en la experiencia turística del Mirador del Pas.
- La posibilidad de organizar excursiones narradas acompañadas por monitores puede ser asimismo una forma de explotar la infraestructura y de nuevo solo adquiere valor en el contexto del Proyecto Turístico en marcha, y también puede contribuir al mismo.
- El túnel de la Engaña es, además de un símbolo de la historia ferroviaria de España, un monumento a la Memoria Histórica por su asociación al trabajo, forzado o no, pero siempre precario durante la postguerra. Abrirlo por fin al uso es, sin duda, un homenaje a los que trabajaron para una de las grandes infraestructuras del Siglo XX en España, fallida, pero tan grande y honrosa como olvidada. La incorporación de este discurso al proyecto de desarrollo del Mirador del Pas reforzará su poder de atracción, tanto por aumentar el número de visitantes como por aumentar el interés de éstos por acudir. De nuevo conjuntamente ambos proyectos se refuerzan mutuamente.
- Por otro lado, podría abordarse una rehabilitación parcial , en una distancia razonable (2 km por ejemplo) que sirva de ensayo y demuestre el coste real del proyecto completo y permita avanzar parcialmente en el proyecto combinado propuesto.


Con todo ello queda clara la tesis de este documento, el proyecto Mirador del Pas, que está en marcha en la boca norte, refuerza el corredor Santander Mediterráneo y ayuda a la viabilidad de la actuación en el Túnel de la Engaña, y esta interacción es recíproca, todas las acciones se refuerzan mutuamente. ¿Estamos pues un pasito más cerca?, Ojalá.